En el primer semestre de 2024, la economía mexicana experimentó un crecimiento modesto del 1.5%, según la Estimación Oportuna del PIB publicada por el INEGI. Este resultado, aunque positivo, es insuficiente para alcanzar la meta de crecimiento anual sostenido del 4.5% establecida por el Semáforo Económico. A pesar de un entorno nacional e internacional favorable, la economía mexicana mostró signos de ralentización, con un crecimiento anual del 1.1% en el segundo trimestre y un avance trimestral de apenas 0.2% respecto al primer trimestre del año.
El crecimiento reciente del PIB refleja un estancamiento que se ha visto desde el tercer trimestre de 2023, cuando las tasas trimestrales comenzaron a disminuir progresivamente. A pesar de haber superado su nivel prepandemia en el segundo trimestre de 2022, la economía mexicana ha tenido dificultades para mantener un ritmo de crecimiento robusto y sostenido. Las actividades secundarias y terciarias lograron un crecimiento trimestral del 0.3% en el segundo trimestre de 2024, mientras que las actividades primarias, que representan una pequeña parte de la economía, registraron una contracción tanto trimestral como anual.
A nivel estatal, las disparidades en el crecimiento económico son evidentes. En el primer trimestre de 2024, solo cuatro estados alcanzaron la meta de crecimiento anual del 4.5%: Quintana Roo, Campeche, Durango y Baja California Sur, con tasas de 20.6%, 5.8%, 5.3% y 4.8%, respectivamente. En contraste, estados como Coahuila, Tabasco, Zacatecas y Guerrero enfrentaron contracciones en su actividad económica, con caídas de hasta (-)3.1%. A nivel trimestral, Sinaloa, Zacatecas y Guerrero mostraron las mayores tasas de crecimiento, mientras que Coahuila, Tlaxcala y Jalisco presentaron los mayores retrocesos.
El análisis del crecimiento económico promedio en los últimos cinco años muestra que, aunque 27 entidades han tenido un crecimiento positivo, solo Tabasco ha logrado alcanzar la meta de crecimiento sostenido del 4.5% anual. Esto subraya la necesidad de una estrategia económica más efectiva que promueva un crecimiento equilibrado y suficiente en todo el país. Factores externos, como la incertidumbre electoral en Estados Unidos y la desaceleración económica en China, podrían seguir afectando el crecimiento, mientras que el nearshoring y el crecimiento de la economía estadounidense ofrecen oportunidades que México debe aprovechar para mejorar su desempeño económico en el futuro.
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En el primer semestre de 2024, la economía mexicana registró un crecimiento modesto del 1.5%, según la Estimación Oportuna del PIB publicada por el INEGI. Este desempeño, aunque positivo, no alcanza la meta de crecimiento anual sostenido del 4.5% que establece el Semáforo Económico. A pesar de un entorno global favorable y la recuperación post-pandemia, la economía mexicana ha mostrado señales de estancamiento, con un crecimiento anual del 1.1% en el segundo trimestre y un incremento trimestral de apenas 0.2% respecto al primer trimestre del año. Esta desaceleración ha generado preocupación sobre la capacidad del país para mantener un crecimiento robusto.
El crecimiento del PIB desde el segundo trimestre de 2023 ha sido insuficiente para impulsar a la economía a un nivel más dinámico. Tras haber superado su nivel prepandemia en el segundo trimestre de 2022, la economía mexicana ha experimentado una desaceleración en los últimos tres trimestres, con tasas de crecimiento cada vez más bajas. Mientras que las actividades secundarias y terciarias lograron un crecimiento trimestral del 0.3% en el segundo trimestre de 2024, las actividades primarias, que representan solo el 3.4% de la economía, se contrajeron tanto trimestral como anualmente, reflejando una debilidad persistente en este sector.
A nivel estatal, se observan grandes disparidades en el desempeño económico. En el primer trimestre de 2024, solo cuatro estados lograron un crecimiento anual superior al 4.5%, destacándose Quintana Roo, Campeche, Durango y Baja California Sur, con tasas de crecimiento de 20.6%, 5.8%, 5.3% y 4.8%, respectivamente. En contraste, otros estados como Coahuila, Tabasco, Zacatecas y Guerrero enfrentaron contracciones significativas en su actividad económica, con caídas de hasta (-)3.1%. Estas diferencias reflejan las diversas condiciones económicas y desafíos que enfrentan las distintas regiones del país.
El análisis del crecimiento económico a largo plazo también muestra resultados mixtos. Aunque 27 de las 32 entidades han tenido un crecimiento promedio positivo en los últimos cinco años, solo Tabasco ha logrado alcanzar la meta de crecimiento sostenido del 4.5% anual. Esto subraya la necesidad de implementar políticas económicas más eficaces y enfocadas en generar un crecimiento equilibrado en todo el país. Sin una estrategia clara que aborde las disparidades regionales, será difícil para México lograr un crecimiento económico inclusivo y sostenido.
Factores externos, como la incertidumbre electoral en Estados Unidos y la desaceleración económica en China, podrían seguir afectando el crecimiento de México en el futuro. Sin embargo, también existen oportunidades que el país puede aprovechar, como el nearshoring y las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, que podrían atraer mayores flujos de inversión extranjera directa. Para capitalizar estas oportunidades y fortalecer su economía, México necesita una estrategia integral que promueva un mercado interno robusto, fomente la inversión y genere empleos de calidad, asegurando así un desarrollo económico más estable y duradero.
