México ha logrado consolidarse como el segundo mayor exportador de autos eléctricos hacia Estados Unidos, solo superado por Canadá. Este logro es resultado de la expansión de la industria automotriz mexicana, que ha adaptado rápidamente sus líneas de producción para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos en Norteamérica.
El avance de México en este sector se debe a una combinación de factores, incluyendo inversiones extranjeras, mejoras en la infraestructura de manufactura, y acuerdos comerciales que han facilitado la exportación de estos vehículos. Además, la cercanía geográfica y los tratados de libre comercio han jugado un papel fundamental en el fortalecimiento de esta industria.
La capacidad de México para producir y exportar vehículos eléctricos a gran escala también refleja el compromiso del país con las tendencias globales hacia la sostenibilidad y la reducción de emisiones, posicionándose como un jugador clave en el mercado de autos eléctricos a nivel mundial.
