La medida tomada por México de imponer aranceles temporales a la importación de una amplia gama de productos busca aprovechar el fenómeno del nearshoring y proteger las industrias nacionales. Al aplicar tarifas de entre 5% y 50% a 544 clasificaciones de productos, el gobierno busca fomentar el desarrollo industrial interno y atraer inversiones que puedan generar empleo y crecimiento económico local.
Este enfoque también está diseñado para proporcionar un entorno más justo y competitivo para los productores locales frente a las importaciones, especialmente en sectores vulnerables a las distorsiones del mercado global. La Secretaría de Economía enfatiza que esta política no solo respeta los acuerdos comerciales internacionales existentes, sino que también está alineada con estrategias para mejorar la competitividad de México en un contexto de cambios en la cadena de suministro global.
Con información de El Economista | Nota original