México se encuentra ante una nueva oportunidad para mitigar la desigualdad y distribuir de manera más equitativa el beneficio económico generado por el llamado nearshoring, afirmó Mark Thomas, representante del Banco Mundial para México, Colombia y Venezuela.
Thomas señaló que es lógico esperar que esta oportunidad que se presenta para México sea considerada en las estrategias del nuevo gobierno. Podrían explorar opciones para aliviar las limitaciones que enfrentan las empresas para invertir, como facilitar el acceso al crédito, mejorar la calidad de la infraestructura, garantizar un suministro energético confiable, optimizar el acceso al agua y preparar a la fuerza laboral para aprovechar las oportunidades de empleo.
En una entrevista con El Economista, Thomas destacó que el nearshoring ya es una realidad evidente a nivel macroeconómico. Además, mencionó que la expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2024, que el Banco Mundial estima en un 2.6%, incorpora el efecto positivo de mayores inversiones tanto locales como extranjeras. No obstante, advirtió que esta proyección podría ser ajustada en abril.
Thomas planteó la interrogante sobre si México logrará capitalizar esta oportunidad y maximizar las inversiones en la generación de empleo y en la integración de pequeñas y medianas empresas regionales en las cadenas de valor más amplias.
El experto señaló que el crecimiento económico fue ligeramente superior al 3% el año pasado, y que un desempeño del 2.6% como el proyectado para el PIB no debe interpretarse como una desaceleración. Explicó que la economía mexicana enfrentará fuerzas equilibradas, con sectores productivos locales que continúan recuperándose tras la pandemia, un contexto global de altas tasas de interés que limitan el desempeño y un flujo de inversiones que favorece un mayor crecimiento.
Thomas advirtió que México debe evitar repetir los errores del pasado y asegurarse de que las inversiones generadas por el nearshoring tengan un impacto social positivo, integrando a las grandes empresas con las pequeñas y medianas empresas locales en las cadenas de valor.
Finalmente, destacó que el nearshoring no es simplemente una oportunidad de corto plazo, sino un proceso continuo que requerirá reformas para aumentar los beneficios sociales, reducir la desigualdad y la pobreza, y fomentar la participación de jóvenes y mujeres en el mercado laboral. En este sentido, el Banco Mundial está dispuesto a brindar apoyo financiero y técnico para acompañar a México en este proceso de reformas a nivel federal y local.
Con información de El Economista | Nota original