Morgan Stanley ha suavizado sus objetivos climáticos en sus préstamos empresariales, ahora buscando limitar el calentamiento global entre 1.5 y 1.7 grados Celsius en lugar del objetivo previo de 1.5°C. Según Jessica Alsford, directora de sostenibilidad de la firma, esta modificación responde a las dificultades para alcanzar los compromisos de cero emisiones netas debido al lento progreso global en la transición hacia una economía sostenible.
El informe de la empresa destaca los desafíos que enfrentan sectores como el transporte y la energía, que aún dependen en gran medida de los combustibles fósiles. A pesar de que otras instituciones financieras han comenzado a reducir drásticamente el financiamiento a estos sectores, Morgan Stanley ha decidido optar por una estrategia de ajuste progresivo, adecuando sus metas a una realidad de transición más lenta.
Morgan Stanley señala que existen barreras políticas y económicas que limitan la implementación de tecnologías sostenibles, como los biocombustibles y los vehículos eléctricos. Ante esto, la compañía apuesta por un enfoque flexible, esperando que esta adaptación permita mantener un apoyo equilibrado a la economía mientras se persigue la sostenibilidad.
