Danone y Nestlé, dos gigantes globales en el sector de bienes de consumo, han anunciado planes para desacelerar el ritmo de aumento de precios en sus productos para el año 2024, tras un período de dos años de incrementos constantes que han empujado a los consumidores a optar por alternativas más económicas en categorías esenciales como el yogur y el café. Esta decisión refleja un cambio en la estrategia de precios en respuesta a las presiones del mercado y la búsqueda de equilibrio entre mantener la competitividad y cubrir los costos operativos crecientes.
Danone, conocida por marcas icónicas como Evian, Badoit y Activia, ha indicado que, aunque los precios continuarán aumentando, este ajuste es necesario para hacer frente a los crecientes costos laborales y de transporte. Esta postura subraya los desafíos que enfrentan las empresas para equilibrar la necesidad de preservar márgenes de beneficio con la retención de la lealtad del cliente en un entorno de consumo cada vez más sensible a los precios.
Este enfoque compartido por Danone y Nestlé sigue una tendencia señalada anteriormente por Unilever, otro actor principal en la industria de bienes de consumo, que anticipó una moderación en las subidas de precios. Unilever, detrás de marcas populares como Ben & Jerry’s y Dove, refleja un reconocimiento general en la industria de la necesidad de adaptar estrategias de precios a las realidades del mercado post-pandemia y post-conflicto en Ucrania, factores que han exacerbado los costos de insumos y perturbado las cadenas de suministro globalmente.
Este cambio estratégico en la política de precios de grandes empresas de bienes de consumo sugiere una fase de ajuste en el sector, donde la gestión de costos y la estrategia de precios se vuelven aún más críticos en la preservación del valor para el consumidor y el mantenimiento de la competitividad en el mercado global.
Con información de El Economista | Nota original
