La OCDE ha actualizado sus proyecciones de crecimiento económico mundial para 2024, elevando ligeramente sus expectativas a un 2.9% desde el 2.7% anterior, a pesar de los riesgos geopolíticos, en particular las tensiones en Oriente Medio que podrían afectar los mercados energéticos. Este aumento refleja la resiliencia observada en el crecimiento global en 2023, que alcanzó un 3.1%, impulsado por un fuerte desempeño en Estados Unidos y en varias economías emergentes. Sin embargo, se espera que la expansión global se modere en 2024 antes de repuntar levemente en 2025.
La OCDE señala que, aunque el crecimiento en Estados Unidos se espera que sea sólido este año, con un 2.5%, la zona del euro experimentará una desaceleración, con un crecimiento proyectado de solo 0.6% debido, en parte, a una menor expansión de lo previsto en economías clave como Alemania y Francia. En contraste, se anticipa que las economías emergentes, especialmente China e India, mantendrán tasas de crecimiento más elevadas.
El informe también destaca la expectativa de una inflación decreciente, lo cual es una señal positiva para la economía global. No obstante, la OCDE advierte sobre los riesgos asociados a la inestabilidad geopolítica y su potencial impacto en los precios de la energía, que podrían alterar las proyecciones de crecimiento y de inflación.
Este panorama global ofrece un vistazo mixto para 2024, con ciertas economías mostrando signos de fortaleza mientras otras enfrentan desafíos significativos. La capacidad de las economías para navegar estos riesgos, especialmente las fluctuaciones en los mercados energéticos y las tensiones geopolíticas, será crucial para el crecimiento económico futuro.
Con información de El Economista | Nota original
