NOTICIAS

Ola de calor crea nuevos gastos en los mexicanos

Las recientes olas de calor en México están llevando a cambios notables en los hábitos de consumo de las familias. La necesidad de adaptarse a temperaturas que superan los 40 grados centígrados está influyendo tanto en los productos que la gente compra como en la forma en que gastan su dinero. Las bebidas rehidratantes y los productos de protección solar están viendo un aumento significativo en la demanda debido a la creciente conciencia sobre los riesgos asociados con el calor extremo.

La Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarma) ha informado que la venta de bebidas deportivas, sueros y electrolitos ha aumentado un 15% debido a las altas temperaturas. Paralelamente, Natura y Avon destacan un aumento del 50% en las búsquedas de productos de protección solar, subrayando una mayor conciencia y precaución sobre los efectos nocivos de la exposición al sol.

Sin embargo, este cambio en los patrones de consumo viene acompañado de un aumento en los costos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación en bebidas ha alcanzado un 5.78% anual. Además, los precios de algunas cremas de protección solar han subido considerablemente; por ejemplo, un bloqueador de Roche-Posay de 50 mililitros ha visto un aumento de precio del 27% en un año.

Andrés Quintero Leyra, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, advierte que la compra de bebidas rehidratantes sin recomendación médica podría ser innecesaria y potencialmente perjudicial para ciertos grupos como los diabéticos o las personas mayores, debido a su alto contenido de azúcar y sales. Recomienda el consumo de agua para evitar la deshidratación y sugiere cautela al gastar en productos especializados de protección solar, aconsejando a los consumidores elegir opciones más accesibles y efectivas.

Además, la temporada de calor ha provocado un aumento en la compra de medicamentos para tratar dolores estomacales, un 10% más según Unefarma. Esto se debe a que los alimentos se descomponen más rápidamente en altas temperaturas, lo que puede llevar a intoxicaciones alimentarias y otras enfermedades estomacales.

Este panorama subraya la importancia de tomar decisiones informadas y prácticas en términos de salud y gastos durante períodos de calor extremo. La adaptación a estos nuevos desafíos climáticos no solo se trata de comprar los productos adecuados, sino también de gestionar de manera efectiva los recursos y la salud personal para enfrentar las condiciones adversas.

Con información de El Economista | Nota original

Más noticias