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Pemex recorta envíos de crudo y dinamiza refinerías

La mayor actividad de refinación de Pemex y la reducción de exportaciones de crudo están claramente alineadas con la política gubernamental de incrementar la autosuficiencia energética de México. Sin embargo, este cambio estratégico también plantea retos significativos, tanto financieros como operativos.

La operación a pérdidas de la filial de Transformación Industrial es un claro ejemplo de los desafíos financieros. A pesar del incremento en la producción de petrolíferos, los costos asociados siguen siendo altos, lo que resulta en pérdidas operativas. Esto se agrava por el hecho de que gran parte del crudo procesado se convierte en combustóleo, un producto de menor valor comparado con la gasolina o el diésel.

A largo plazo, la estrategia de aumentar la capacidad de refinación interna podría proveer mayor estabilidad frente a la volatilidad de los precios internacionales del petróleo y reducir la dependencia de las importaciones. Sin embargo, alcanzar este objetivo requiere de inversiones considerables en infraestructura y tecnología para hacer las refinerías más eficientes y menos contaminantes.

La situación actual de Pemex refleja un balance entre los objetivos políticos y las realidades económicas, y será fundamental seguir monitoreando cómo evoluciona esta estrategia y su impacto en la sostenibilidad financiera de la petrolera estatal.

Con información de El Economista | Nota original

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