Petróleos Mexicanos (Pemex) y el equipo del inversionista multimillonario Carlos Slim están en conversaciones para desarrollar lo que sería el primer campo de gas natural en aguas profundas de México, un proyecto que ha sido abandonado en dos ocasiones anteriores. Las negociaciones buscan revivir el campo de gas Lakach, ubicado en el Golfo de México, el cual se considera una oportunidad clave para abrir una nueva frontera de gas en aguas profundas del país y podría ser fundamental para alcanzar la autosuficiencia energética nacional.
Las discusiones entre Pemex y las empresas controladas por la familia Slim se intensifican, con un encuentro reciente y planes para continuar las conversaciones. Aunque aún no se ha definido si las partes avanzarán con el proyecto, se sabe que Pemex busca desarrollar Lakach mediante un contrato de servicios, un modelo financiero en el cual los socios asumen los costos del proyecto por adelantado.
Este enfoque fue utilizado anteriormente, antes de la reforma energética que abrió el sector a la inversión privada. El interés de Pemex por encontrar un socio para este proyecto se renueva tras el retiro de un socio previo a finales del año pasado. Lakach, situado a unos 90 kilómetros del puerto de Veracruz, alberga aproximadamente 900,000 millones de pies cúbicos de gas. Hasta el momento, Pemex ha invertido alrededor de 1,400 millones de dólares en el desarrollo del campo, aunque los esfuerzos previos para producir gas se detuvieron en 2016 debido a los altos costos asociados.
La posibilidad de que el proyecto de Lakach se convierta en una realidad representa un momento crucial para el futuro energético de México, al potencialmente abrir puertas a una significativa producción de gas en aguas profundas y contribuir a la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador de lograr la autosuficiencia energética del país.
Con información de El Economista | Nota original