La inflación en México repuntó durante mayo y alcanzó una tasa anual de 4.42 %, la más alta registrada en los últimos seis meses. Este incremento ha generado movimientos inmediatos en el tipo de cambio, fortaleciendo al peso frente al dólar, además de despertar nuevas expectativas sobre la postura futura del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con datos del INEGI, el aumento de precios fue impulsado principalmente por productos pecuarios como la carne de res, el pollo y el huevo, lo que generó una presión adicional sobre el índice general. La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, también mostró un avance sostenido, lo que refleja un entorno de presiones más estructurales.
En respuesta a este escenario, el tipo de cambio mostró una apreciación del peso mexicano, cotizando alrededor de los 19.06 pesos por dólar en los mercados interbancarios. Esto representó una ganancia cercana al 0.22 % en comparación con la jornada anterior, posicionando al peso como una de las divisas emergentes con mejor desempeño del día.
Este fortalecimiento de la moneda nacional ha sido leído por analistas como un indicador de que el mercado espera que Banxico mantenga una postura restrictiva en su próxima reunión de política monetaria. El repunte inflacionario podría llevar al banco central a frenar cualquier recorte de tasas o incluso considerar una pausa más prolongada en el ciclo de flexibilización.
A nivel bancario, el dólar se vende entre 19.45 y 19.85 pesos, dependiendo de la institución. El comportamiento del tipo de cambio también estará influido en los próximos días por las reuniones diplomáticas entre autoridades mexicanas y estadounidenses, particularmente en torno a temas arancelarios y migratorios.
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