La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina ha demostrado a lo largo de los años su capacidad de influir en la política nacional a través de paros y movilizaciones. La rapidez con la que la CGT convocó un paro nacional durante la presidencia de Javier Milei, a solo 45 días de su asunción, establece un récord en la historia política argentina desde el retorno de la democracia en 1983.
Para comprender el contexto histórico, es útil mirar cuánto tiempo tardó la CGT en realizar paros nacionales durante las presidencias anteriores desde 1983:
- Raúl Alfonsín (1983-1989): Durante su gobierno, se enfrentó a 13 paros generales, en medio de una crisis hiperinflacionaria que lo llevó a abandonar anticipadamente el poder en 1989.
- Carlos Menem (1989-1999): A lo largo de sus dos mandatos, Menem experimentó 8 paros generales organizados por la CGT.
- Fernando De La Rúa (1999-2001): De La Rúa también enfrentó paros nacionales, aunque su presidencia fue breve debido a una crisis económica y social que culminó con su renuncia.
- Alberto Fernández (2019-actualidad): Es notable que durante su gobierno no se han realizado paros generales, una excepción en la historia reciente.
La CGT, como principal central sindical de Argentina, ha jugado un papel significativo en la política y economía del país, especialmente en momentos de crisis económica y social. La rápida reacción al gobierno de Milei refleja no solo la capacidad de movilización de la CGT, sino también la tensión política y social en Argentina. La historia muestra que los paros generales han sido una herramienta recurrente para expresar descontento y presionar por cambios en las políticas gubernamentales.
Con información de El Economista | Nota original