La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México ha solicitado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) una suma significativa de 3,291.6 millones de pesos para la adquisición de maquinaria pesada. Este paso se alinea con la directriz del Presidente Andrés Manuel López Obrador de asignar a los ingenieros militares la responsabilidad de reparar y mantener infraestructuras clave, especialmente aquellas afectadas por proyectos nacionales prioritarios como el Tren Maya.
El foco en fortalecer la Unidad del Arma y Servicio de Ingenieros de la Sedena subraya un compromiso del gobierno para incrementar la eficiencia y capacidad de servicio en la construcción, rehabilitación y mantenimiento de infraestructuras gubernamentales, económicas y sociales, tanto existentes como nuevas. Esto incluye, de manera destacada, la construcción de tres tramos del Tren Maya y la conservación de más de 2,272 km de infraestructura carretera dañada, así como el mantenimiento de 109 km de la carretera federal Ciudad Altamirano-Tejupilco, afectada tanto por el proyecto del Tren Maya como por desafíos de seguridad.
Los detalles específicos sobre el uso de la maquinaria han sido reservados por cuestiones de seguridad nacional, pero se anticipa que la adquisición incluirá cargadores frontales, motoniveladoras, retroexcavadoras, entre otros equipos, con el objetivo de apoyar no solo en la construcción y mantenimiento sino también en la respuesta inmediata ante desastres naturales.
Esta solicitud refleja la creciente participación de los ingenieros militares en obras públicas civiles, un movimiento que ha generado discusiones sobre la transparencia y eficacia de asignar tareas civiles a entidades militares. La Sedena justifica la necesidad de esta inversión por la vasta cantidad de proyectos por concluir en la presente administración, incluyendo la construcción de hospitales, sucursales bancarias, hoteles y aeropuertos.
La decisión de priorizar los recursos para la Sedena y enfocarse en la reparación y mantenimiento de carreteras necesarias, señala una estrategia del gobierno de la 4T para aprovechar las capacidades de ingeniería militar en el avance de proyectos de infraestructura nacional críticos, dentro de los límites de tiempo y presupuesto de la administración actual.
Con información de El Economista | Nota original