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Recorte de tasa fue prematuro y retrasó dos trimestres la llegada de la inflación al objetivo: Irene Espinosa

Reducir la tasa en un cuarto de punto en marzo fue prematuro

Reducir la tasa en un cuarto de punto en marzo fue prematuro y ha retrasado dos trimestres más la convergencia de la inflación hacia el objetivo, afirmó Irene Espinosa, subgobernadora del Banco de México.

“Se redujo la restricción monetaria necesaria para mantener la convergencia de la inflación hacia el objetivo en el horizonte previsto. Básicamente, esto se tradujo en un retraso de dos trimestres más en dicha convergencia”, destacó en una entrevista con El Economista.

El 9 de mayo, la Junta de Gobierno revisó sus pronósticos de inflación general y subyacente, incrementando sus previsiones para la inflación de cada uno de los próximos seis trimestres y posponiendo hasta el último trimestre de 2025 su previsión de alcanzar el objetivo del 3%.

Espinosa explicó que la inflación general sigue aumentando, al igual que las expectativas de inflación a 12 meses, lo que redujo la restricción monetaria necesaria para llevar la inflación hacia el objetivo.

Añadió que la política fiscal expansiva en marcha es un obstáculo adicional para alcanzar el objetivo de inflación.

“En este 2024, por primera vez vimos un incremento sustantivo en el déficit público, con una expansión que prácticamente duplica el promedio histórico. Esto hace más arduo y difícil el proceso de llevar la inflación a la meta”, sentenció.

Basándose en la experiencia internacional y estudios de expertos, sostuvo que existe evidencia y un amplio consenso en que las políticas fiscal y monetaria deben estar alineadas para mejorar la eficiencia de ambas.

“En la medida en que la política fiscal mantenga un marco responsable, la tarea de la política monetaria es más sencilla”, afirmó.

Decisión de junio depende de datos

Desde su perspectiva, aún no hay condiciones para anticipar un nuevo recorte en la tasa en la decisión de junio. No ve razones para apoyar un nuevo ajuste a la baja en la reunión programada para el 27 de junio.

Espinosa mencionó que persiste un contexto de gran incertidumbre para la inflación, con un balance de riesgos sesgado al alza y sin evidencia de una inflexión en la tendencia; la inflación de los servicios está lejos del objetivo del 3%, el mercado laboral sigue ajustado y la política fiscal es expansiva.

“Todos son elementos fundamentales para considerar algún ajuste a la baja en la tasa de referencia, de modo que no comparto la visión de prever desde ahora un probable recorte adicional en junio. Mi decisión para ese mes depende de los datos y sin ellos no tengo urgencia para hacer más recortes”.

Tasa de EE.UU., pieza en un conjunto de factores

Reiteró que las perspectivas sobre la tasa de Estados Unidos forman parte de los modelos de información que utilizan para sus pronósticos de inflación y reglas monetarias. Sin embargo, enfatizó que son solo una pieza dentro de un conjunto de elementos a considerar, y que no gobiernan las decisiones en México ni se siguen mecánicamente. La principal directriz para las decisiones del Banco de México sigue siendo la inflación interna y las expectativas.

La subgobernadora advirtió que el banco central inició el ciclo de restricción nueve meses antes que la Fed, lo que les otorga cierto margen de maniobra sobre la discordancia entre los ciclos de Estados Unidos y México. No obstante, admitió que es probable que se presenten ciertos efectos marginales en el tipo de cambio si se consideran recortes adicionales.

El peso mexicano ha sorprendido por su fortaleza, y Espinosa señaló que esto se debe en gran medida a la política monetaria oportuna, responsable y contundente aplicada. Esta fortaleza del peso también responde a otros factores como el rendimiento ajustado por volatilidad, el marco macroeconómico comparado con otras economías emergentes, las expectativas de relocalización de empresas en el nearshoring, y el flujo de remesas en dólares.

Aplazar convergencia, una preocupación

En su oficina, que ha ocupado desde enero de 2018, reconoció que hay dos preocupaciones principales ante la proximidad del fin de su mandato en la Junta de Gobierno, que concluye el 31 de diciembre.

Se refirió al persistente aplazamiento en la convergencia de la inflación, que puede resolverse revisando los modelos de pronóstico del banco central, y al tema de comunicación del Banco de México.

“Tenemos que hacer un ejercicio serio e integral para mejorar nuestra comunicación, de manera que la implementación de la política monetaria sea más efectiva, clara, contundente y previsible”, aclaró.

La subgobernadora reveló que en varias ocasiones insistió en la relevancia de hacer un alto en el camino para revisar los modelos de pronóstico de inflación, reconociendo que se ha tenido que aplazar la convergencia de la inflación con el objetivo puntual.

Con información de El Economista | Nota original

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