La Fiscalía General de Rusia ha presentado cargos contra la empresa estadounidense Universal Beverage Company, acusándola de transferir ilegalmente más de 15 millones de dólares (aproximadamente 1.380 millones de rublos) al extranjero entre 2022 y 2024. Según el diario RBC, esta demanda se centra en los activos de la compañía en Rusia, principalmente Glavprodukt, un productor líder de conservas en el país, que ahora se encuentra en riesgo de ser expropiado. En octubre de 2024, el presidente Vladímir Putin ordenó que los activos de Glavprodukt fueran congelados y transferidos a una agencia estatal.
Además de la congelación de activos, la Fiscalía acusa a Leonid Smirnov, fundador y propietario de Glavprodukt, de intentar obstruir el trabajo de la administración temporal impuesta por el Estado. Según fuentes judiciales, Smirnov envió instrucciones a los empleados de la empresa para que no cooperaran con la administración temporal ni proporcionaran información, lo que contrasta con las actividades de la agencia estatal designada.
El Estado ruso también tomó el control de otras instalaciones de envasado de Universal Beverage, una importante distribuidora en el país de marcas internacionales como Coca-Cola, Pepsi, Lays y Pringles. Desde 2023, habían circulado rumores sobre la posibilidad de que Glavprodukt fuera nacionalizada, y la gestión temporal de sus activos podría ser un paso previo a una expropiación definitiva.
En medio de la creciente normalización de relaciones entre Rusia y Estados Unidos, Moscú ha expresado su disposición a permitir el retorno de empresas estadounidenses. Sin embargo, ha advertido que las condiciones para estas compañías no serán las mismas que antes de la guerra en Ucrania en 2022.
Aunque algunas empresas extranjeras que decidieron permanecer en Rusia tras la invasión de Ucrania han obtenido beneficios debido a la falta de competencia, el Kremlin ha continuado congelando activos y expropiando compañías, especialmente aquellas con importancia estratégica o económica. Economistas sugieren que estas medidas buscan un mayor control sobre los canales financieros del país.
Un ejemplo de cómo Rusia ha aprovechado la expropiación de empresas extranjeras es la nacionalización de los activos de Danone, que fueron adquiridos por la familia de Ramzán Kadírov, líder de la república de Chechenia, lo que pone en evidencia el patrón de privatización posterior a la nacionalización a favor de aliados cercanos al Kremlin.
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