El Riksbank, el banco central más antiguo del mundo, ha decidido reducir el tipo de interés de referencia en 25 puntos básicos, dejándolo en el 3,25%. Este es el tercer recorte del año, tras los efectuados en mayo y agosto, debido a la caída de la inflación que ahora se sitúa en niveles compatibles con el objetivo del 2%.
El banco ha justificado su decisión argumentando que la inflación, que en agosto fue del 1,9%, ha disminuido significativamente desde el pico superior al 10% registrado en 2022. Además, la desaceleración económica en Suecia ha sido más pronunciada de lo previsto, allanando el camino para nuevos ajustes en las tasas de interés.
El Riksbank, dirigido por Erik Thedéen, ha señalado que podrían darse hasta dos recortes más en las reuniones de política monetaria que restan este año, con la posibilidad de una reducción de hasta 0,5 puntos porcentuales en una de ellas. De cara a 2025, el banco anticipa una o dos bajadas adicionales durante la primera mitad del año, con el objetivo de fortalecer el crecimiento y mantener la inflación cercana al 2%.