Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre política en un año con numerosas elecciones alrededor del mundo representan riesgos para la estabilidad financiera de la zona del euro, advirtió ayer el Banco Central Europeo (BCE).
En su revisión semestral de la estabilidad financiera, el BCE indicó que las condiciones han mejorado desde su última evaluación.
“El riesgo a corto plazo de una recesión profunda acompañada de un aumento del desempleo, que era una de las principales preocupaciones hace seis meses, es mucho menor desde la perspectiva actual”, declaró Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.
La institución señaló que las perspectivas económicas se han visto favorecidas por la caída de la inflación, que se situó en 2.4% en abril, cerca de su objetivo del 2%.
Las expectativas de que el BCE empiece pronto a recortar las tasas de interés también han impulsado la confianza de los inversionistas, destacó el banco central.
No obstante, de Guindos advirtió que las perspectivas continúan siendo frágiles. “Las tensiones geopolíticas son una fuente importante de riesgo no solo para la estabilidad financiera de la zona euro, sino también para la estabilidad financiera mundial”, afirmó de Guindos.
El incremento de las tensiones podría afectar el suministro de energía, avivar la inflación y socavar la confianza económica, señaló el BCE.
Además, “la incertidumbre sobre la política económica mundial sigue siendo elevada, ya que varios países cuya población representa más de la mitad mundial celebrarán elecciones en 2024”, agregó.
Las tensas condiciones financieras continúan afectando a los hogares, empresas y gobiernos más vulnerables de la eurozona.
Con información de El Economista | Nota original