Durante el primer mes del año, muchos consumidores enfrentan la difícil situación conocida como la cuesta de enero: la lucha para llegar a fin de mes, saldar deudas y cubrir los gastos cotidianos. En México, diciembre marca uno de los picos más altos de consumo, con compras de regalos, vacaciones y celebraciones. Sin embargo, en enero, la realidad cambia, especialmente en el 2024, afectado por una inflación en aumento.
La tasa de inflación interanual alcanzó el 4.88% en enero, marcando tres meses consecutivos de aceleración, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Solo de diciembre a enero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó un 0.89%, impulsado principalmente por el incremento en los precios de productos alimenticios.
Entre los productos de alto consumo en México, se observaron aumentos significativos en los precios del jitomate (+52.14%), cebolla (+21.17%), calabacita (+20.40%), así como en los precios en loncherías, fondas, taquerías y torterías (+1.15%), y en restaurantes y bares (+0.89%). Además, se registraron aumentos en bienes y servicios relacionados con el hogar, como el gas doméstico LP (+2.41%), derechos por suministro de agua (+1.72%) y vivienda propia (+0.32%).
El inicio del año también trajo consigo ajustes en el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) en línea con la inflación, lo que resultó en un aumento del 3.90% en los precios de los cigarros y un 1.01% en los refrescos envasados en comparación con el mes anterior.
La inflación de la canasta básica, compuesta por productos de alta representación en el gasto total de los mexicanos, también se aceleró, alcanzando el 4.72%. Esta cesta, que cubre necesidades básicas como alimentación, salud, vestimenta, transporte y vivienda, experimentó un aumento del 1.14% de diciembre a enero, superando al índice general.
Es crucial monitorear esta cesta, ya que afecta principalmente a los hogares más pobres y vulnerables, que destinan la mayor parte de sus ingresos a estos bienes y servicios esenciales. Los hogares con menores ingresos enfrentaron una inflación interanual del 5.76% en enero, en comparación con el 4.71% en hogares con ingresos más altos, lo que refleja el impacto desproporcionado de la inflación en los segmentos más vulnerables de la población.
Con información de El Economista | Nota original