El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de Argentina decidió suspender la huelga que había paralizado las principales plantas procesadoras de soja en el país, luego de que el gobierno nacional ordenara la reanudación de actividades. Sin embargo, la protesta persiste en las instalaciones de la empresa Vicentin en Rosario, donde los trabajadores solo han recibido el 30% de sus salarios correspondientes a febrero.
Según fuentes sindicales, la medida de fuerza se originó tras reiterados incumplimientos salariales y condiciones laborales inadecuadas en varias plantas. La suspensión de la huelga responde a la intervención del gobierno, que busca evitar una mayor disrupción en la industria agroexportadora, clave para la economía argentina.
A pesar de la orden gubernamental, el conflicto en Vicentin sigue latente. Los empleados de la empresa, que enfrenta problemas financieros desde 2019, exigen el pago total de sus sueldos y garantías para futuras remuneraciones. Representantes del sindicato advirtieron que, si no hay avances en las negociaciones, las medidas de fuerza podrían reanudarse.
Para abordar la situación, se ha programado una reunión entre el sindicato y las empresas aceiteras para el próximo lunes 17 de marzo. En este encuentro, se espera que las compañías presenten una propuesta concreta para regularizar los pagos y evitar nuevos conflictos laborales.
El sector aceitero es fundamental para Argentina, ya que el país es uno de los principales exportadores de productos derivados de la soja. Cualquier interrupción en la actividad puede afectar la cadena de exportaciones y generar pérdidas económicas significativas.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en Reuters . Para leer la nota original, visita: https://www.reuters.com/latam/negocio/ELIPEALOY5OFJMKOD3EYHOYALQ-2025-03-12/?utm_source=chatgpt.com.
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