En conmemoración del Día da Clase Obreira Galega, la Confederación Intersindical Galega (CIG) ha convocado manifestaciones en A Coruña este 10 de marzo. El evento busca recordar la lucha obrera de 1972 y el asesinato de los trabajadores Amador Rey y Daniel Niebla en Ferrol, además de visibilizar la situación laboral actual en Galicia.
Xabier Iglesias, secretario comarcal de la CIG, ha denunciado la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los salarios, una situación que afecta de manera especial a jóvenes y mujeres. Iglesias también resaltó el contraste entre estos problemas y los beneficios récord obtenidos por bancos y grandes empresas en los últimos años.
Entre sus principales demandas, la CIG exige la derogación de la reforma laboral de 2012, al considerar que ha precarizado el empleo. También reclama un plan gallego de recuperación económica y social que contemple medidas para mejorar las condiciones de los trabajadores con contratos a tiempo parcial y fijos discontinuos.
Otro punto central de las protestas es el llamado a aumentar el salario mínimo interprofesional. Según la CIG, este debería alcanzar el 60% del salario medio, lo que equivaldría a aproximadamente 1.320 euros, en línea con la Carta Social Europea.
La central sindical también ha criticado a los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, por su papel en la negociación de políticas laborales que, según la CIG, han sido insuficientes para mejorar las condiciones de los trabajadores. Iglesias destacó la capacidad de la CIG para negociar convenios colectivos en beneficio de los empleados gallegos.
Las movilizaciones han reunido a cientos de trabajadores, quienes han expresado su descontento con la situación económica y laboral en la región. La CIG ha reiterado su compromiso de seguir luchando por derechos laborales justos y condiciones de trabajo dignas para todos los gallegos.
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