El acuerdo provisional alcanzado entre la administración Trump y China ha generado alivio en los mercados financieros, pero no será suficiente para evitar que la economía estadounidense desacelere en los próximos meses, advierten diversos analistas económicos.
Según expertos, aunque la suspensión temporal de aranceles representa una distensión en la guerra comercial, sus efectos llegarán tarde para cambiar el rumbo económico de corto plazo. Gregory Daco, economista jefe de EY, explicó que factores como la presión inflacionaria, la incertidumbre política y el rezago en el empleo seguirán afectando el consumo y la inversión.
El SAT estadounidense aún mantiene un arancel del 30% sobre productos chinos, una cifra considerable frente al entorno previo a la presidencia de Donald Trump, aunque inferior al arancel de 145% impuesto recientemente. A pesar de la tregua de 90 días, el daño ya estaría hecho: la reducción del crecimiento sería significativa en comparación con 2024.
En el frente laboral, se espera que los efectos negativos empiecen a reflejarse hacia finales de mayo, con un aumento en las solicitudes de desempleo. El economista Mark Zandi, de Moody’s Analytics, anticipa que los datos del mercado laboral comenzarán a mostrar un freno en la contratación desde junio, coincidiendo con el fin del periodo de gracia arancelaria.
Por su parte, los datos de inflación aún no muestran el impacto pleno de los aranceles, pero los expertos prevén que los precios comenzarán a subir más rápido a partir de mayo. El informe de precios al consumidor que se publicará a mediados de junio podría confirmar esta tendencia, impulsada por cuellos de botella en los puertos y escasez parcial de productos.
La caída del 25% en el volumen de importaciones reportada por el Puerto de Los Ángeles ya da señales del impacto comercial. Según Gene Seroka, su director, el desplome se atribuye a la incertidumbre generada por los cambios repentinos en la política arancelaria.
No todos los economistas coinciden con este diagnóstico pesimista. Desde Comerica Bank y Oxford Economics, algunos analistas creen que las empresas podrían adelantar sus compras para evitar futuros aranceles, lo que mantendría cierta actividad en el corto plazo. Sin embargo, el consenso apunta a un 2025 con menor dinamismo.
Finalmente, estimaciones de UBS sugieren que el reciente acuerdo podría elevar en 0.4 puntos porcentuales la previsión del PIB para 2025, llevándola a un crecimiento de 0.9%, tras una expansión estimada de 2.5% en 2024. Aun así, la recuperación luce débil y condicionada por decisiones futuras en la política comercial de Estados Unidos.
Para leer la nota completa visita: Tregua de Trump con China ‘llega tarde’: Advierten que la economía de EU caerá en desaceleración – El Financiero
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