En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió suspender temporalmente sus aranceles recíprocos, medida que, aunque presentada como una táctica comercial, responde en realidad a la creciente inestabilidad en el mercado de deuda pública. Según declaraciones del propio mandatario, fue la súbita alza en los rendimientos de los bonos del Tesoro lo que lo llevó a frenar su ofensiva arancelaria.
“Estuve observando el mercado de bonos. Es muy delicado. Si lo miran ahora, está hermoso”, comentó Trump, reconociendo que su atención ha estado más enfocada en la deuda nacional que en el comportamiento de las bolsas. Estas palabras reflejan una preocupación central de su política económica: evitar que suban las tasas de interés derivadas del aumento en el costo de la deuda.
Previo al anuncio de los aranceles del 2 de abril, el bono del Tesoro a 10 años —que sirve como termómetro de la confianza económica a largo plazo— mostraba estabilidad. Sin embargo, tras el anuncio y con la desarticulación de operaciones especulativas como el basis trade, los rendimientos se dispararon 65 puntos base en apenas tres días, alcanzando el 4.50 %, el nivel más alto en meses. El temor a que superaran el 5 % precipitó la decisión de Trump.
Durante semanas, Trump había insistido en mantener las tasas de interés bajas como prioridad económica. El 4 de abril incluso urgió públicamente al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a reducirlas para mantener el crecimiento. Sin embargo, su propia política arancelaria estaba empujando al alza los costos financieros, contradiciendo sus objetivos.
El 7 de abril se produjo un fenómeno alarmante: mientras el índice S&P 500 caía más del 2 %, el rendimiento de los bonos subía rápidamente, generando una divergencia histórica. Según The Kobeissi Letter, los bonos, considerados tradicionalmente como activos refugio, estaban perdiendo valor a una velocidad incluso mayor que las acciones.
Aunque la Casa Blanca inicialmente desmintió los rumores sobre una posible pausa arancelaria, Trump ya contemplaba esa opción en privado. Finalmente, el 9 de abril se oficializó la suspensión de 90 días en todos los aranceles recíprocos superiores al 10 %, con la excepción de China, que mantiene un castigo del 125 %. El presidente justificó la decisión afirmando que «la gente se estaba poniendo un poco nerviosa».
Desde el anuncio, el rendimiento del bono a 10 años retrocedió unos 20 puntos base, lo que indica una leve estabilización, aunque sigue elevado frente a los niveles de marzo. Los mercados reaccionaron con entusiasmo: el Dow Jones tuvo su mejor día desde abril de 2020 con un alza del 7.87 %, el S&P 500 subió 9.52 % y el Nasdaq repuntó un 12.1 %, su mejor jornada desde 2001.
Mientras tanto, los inversionistas buscan seguridad en activos refugio. El oro alcanzó un récord histórico de 3,172 dólares por onza este jueves, consolidando su rol como resguardo ante la incertidumbre. A pesar de la euforia bursátil, la evolución del mercado de deuda seguirá siendo un factor clave en las decisiones económicas de la Casa Blanca.
Nota original, visita: ¿Por qué Trump le presta más atención a los bonos que al S&P 500? – Alto Nivel
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