El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sacudir la escena internacional con una medida que revive una de las facetas más polémicas de su gobierno: la imposición de un veto migratorio. En esta ocasión, la restricción afecta a ciudadanos de 12 países, incluyendo Irán, Yemen, Somalia, Afganistán y Libia, a quienes se les prohibirá el ingreso al país por supuestas razones de seguridad nacional.
La medida fue anunciada mediante una proclamación oficial firmada por Trump, que entrará en vigor a partir de la medianoche del próximo lunes. Además de la prohibición directa, también se establecen restricciones adicionales para visitantes de ocho países más, como Cuba, Venezuela y Sierra Leona. Según la Casa Blanca, estas acciones buscan proteger el “interés nacional” frente a posibles amenazas.
Esta decisión tiene raíces en una orden ejecutiva emitida el mismo día en que Trump asumió la presidencia, la cual solicitaba un informe sobre posibles amenazas provenientes de ciertas naciones. A pesar de no haberse presentado pruebas concretas que respalden los riesgos alegados, el gobierno argumenta que se trata de una estrategia preventiva ante actitudes hostiles.
Las reacciones no se han hecho esperar. Organizaciones de derechos humanos, académicos y representantes de comunidades migrantes han expresado su rechazo ante lo que consideran una política discriminatoria. La nueva prohibición recuerda al controvertido veto migratorio de 2017, que afectó a ciudadanos de países de mayoría musulmana y desató protestas multitudinarias en aeropuertos de todo el país.
Críticos señalan que, lejos de tratarse de una cuestión exclusivamente de seguridad, esta medida responde a una agenda ideológica que promueve la exclusión y el estigma hacia ciertos grupos. Durante su campaña de 2016, Trump propuso de manera abierta limitar el ingreso de musulmanes al país, lo que reforzó las acusaciones de xenofobia.
Los efectos de esta decisión ya comienzan a sentirse entre estudiantes, trabajadores y familias que tenían planes de viaje o residencia en Estados Unidos. La incertidumbre crece, especialmente entre quienes se encuentran en procesos migratorios o dependen de visas temporales. La falta de criterios individuales o evidencia clara incrementa las críticas sobre la falta de transparencia.
En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y migratorias, este nuevo veto podría profundizar el aislamiento de Estados Unidos en ciertas regiones y afectar su imagen internacional. Mientras Trump defiende su enfoque como una política de protección nacional, la comunidad internacional observa con inquietud el rumbo de la política migratoria estadounidense.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en Entrepeneur Para leer la nota original, visita: Trump refuerza su política migratoria con una nueva prohibición: 12 países en la mira por “seguridad nacional”
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