El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su ofensiva contra las grandes corporaciones que advierten posibles aumentos de precios como consecuencia directa de su política comercial. En una serie de declaraciones recientes, ha dejado claro que utilizará su influencia pública para presionar y avergonzar a quienes responsabilicen a los aranceles por subir precios.
El episodio más reciente ocurrió el sábado, cuando Walmart, el minorista más grande del país, indicó que algunos precios podrían subir debido al impacto de los aranceles. Trump reaccionó rápidamente a través de Truth Social, acusando a la empresa de usar los aranceles como excusa y exigiendo que «se coman los aranceles» en lugar de perjudicar a los consumidores.
Este caso se suma a otros enfrentamientos similares. El 29 de abril, Amazon fue objeto de críticas por parte de la Casa Blanca, después de considerar mostrar un cargo adicional vinculado a los aranceles en su plataforma. La secretaria de prensa Karoline Leavitt calificó la propuesta de “acto político”, mientras que Trump personalmente llamó a Jeff Bezos para manifestar su molestia. Amazon terminó descartando el plan.
Una semana después, el presidente amenazó con imponer un arancel del 100 % a los productos de Mattel, luego de que la compañía, fabricante de Barbie y Hot Wheels, dijera que no podría mantener precios bajos si los aranceles seguían elevándose. Su CEO, Ynon Kreiz, respondió que producir juguetes en EE.UU. simplemente no es viable en términos de costo.
Trump ha adoptado una postura abiertamente populista, cuestionando las enormes ganancias de estas compañías y sugiriendo que podrían absorber el costo de los aranceles sin afectar a sus clientes. Señaló que Walmart, por ejemplo, obtuvo “miles de millones en ganancias” en 2024, insinuando que tiene margen para evitar los aumentos de precios.
Sin embargo, los números muestran otra realidad. Aunque Walmart opera a gran escala, sus márgenes de ganancia neta son menores al 3 %, lo que le deja poco espacio para absorber nuevos costos sin afectar sus ingresos. Su CEO, Doug McMillon, explicó que la empresa asumirá una parte del impacto, pero que será inevitable trasladar parte del costo a los consumidores.
A pesar de las amenazas del presidente, es poco probable que otras grandes marcas permanezcan en silencio o que logren evitar ajustes de precios. Walmart es considerada un referente por su eficiencia y escala; si ni siquiera esta compañía puede resistir el impacto total de los aranceles, muchas otras enfrentarán el mismo dilema.
En un contexto donde los aranceles siguen generando presión en la cadena de suministro, los consumidores estadounidenses podrían enfrentar aumentos de precios en los próximos meses. Ni las advertencias del presidente Trump parecen capaces de revertir esa tendencia, marcada por tensiones comerciales y márgenes empresariales ajustados.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en La Jornada. Para leer la nota original, visita: Trump advierte a las empresas estadounidenses: “Acepten mis aranceles o paguen el precio” | CNN
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