La Unión Europea (UE) ha tomado medidas significativas para fortalecer la protección de sus tecnologías clave e infraestructuras críticas, destacando la creciente preocupación por la seguridad económica y tecnológica en un contexto global cada vez más competitivo. La UE está particularmente enfocada en prevenir que actores geopolíticos rivales, específicamente China, adquieran control o influencia indebida en estos sectores estratégicos.
El paquete de propuestas incluye:
- Refuerzo del Mecanismo de Control de Inversiones Extranjeras: Adoptado a finales de 2020, este mecanismo busca mejorar la coordinación entre los países miembros de la UE para evaluar y responder a las inversiones extranjeras directas que podrían afectar la seguridad o el orden público.
- Proyecto de Legislación para el Control de Inversiones: La Comisión Europea propone un nuevo marco legal para que los países miembros dispongan de un mecanismo más robusto de control sobre las inversiones extranjeras, especialmente aquellas provenientes de países no miembros de la UE.
- Examen de Inversiones Europeas en Terceros Países: Este enfoque se centra en evaluar los riesgos asociados a la transferencia de conocimientos y tecnologías críticas a países fuera de la UE, que podrían reforzar sus capacidades militares y de inteligencia.
- Mayor Coordinación en Controles de Exportación: Las medidas buscan mejorar el control sobre la exportación de productos de doble uso (civil y militar), con énfasis en tecnologías sensibles como las nucleares y misilísticas.
El objetivo principal de estas iniciativas es salvaguardar los intereses estratégicos de la UE y asegurar que las inversiones y el comercio no comprometan la seguridad nacional ni la tecnológica de sus países miembros. La implementación de estas propuestas requiere negociaciones con eurodiputados y países miembros, ya que la UE como institución no tiene la autoridad directa para bloquear inversiones; este poder recae en cada país miembro.
El comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, subrayó la importancia de estas medidas para mejorar la coordinación y protección de la UE frente a posibles riesgos y vulnerabilidades económicas y tecnológicas. Estas acciones indican un enfoque más estratégico y defensivo de la UE en el ámbito de la seguridad económica y tecnológica en respuesta a la creciente competencia y tensiones geopolíticas a nivel mundial.
Con información de El Economista | Nota original