Volvo ha decidido modificar su ambicioso plan de fabricar exclusivamente vehículos eléctricos para el año 2030, debido a diversos retos relacionados con la cadena de suministro global y la limitada infraestructura de carga en varios mercados. Aunque la marca sueca había destacado por su compromiso de ser pionera en la electrificación, la realidad del mercado ha hecho que replanteen su estrategia.
A pesar de este cambio de dirección, Volvo continuará avanzando en la electrificación, pero sin abandonar por completo los vehículos híbridos. Este ajuste en su estrategia busca mantener a la empresa competitiva y adaptada a las demandas del mercado global, donde los desafíos para la adopción masiva de los vehículos eléctricos aún persisten. El fabricante sueco sigue comprometido con la sostenibilidad, pero ha reconocido que la transición total hacia un futuro eléctrico requerirá más tiempo del previsto inicialmente.
