Según Dilip Ratha, economista principal sobre migración y remesas del Banco Mundial, se espera que los flujos de remesas de los trabajadores mexicanos hacia sus hogares en Estados Unidos sigan aumentando en la próxima década.
Este crecimiento se basa en el aumento del tiempo que los trabajadores migrantes pasan en Estados Unidos después de la pandemia, así como en el aumento de trabajadores mexicanos que obtienen la ciudadanía estadounidense.
Ratha explicó que estas remesas se deben en parte a la fortaleza del mercado laboral de Estados Unidos y su crecimiento económico. Además, los trabajadores hacen un esfuerzo adicional para enviar más dólares a sus familias en México para compensar el efecto de la inflación y la apreciación del peso mexicano.
El experto también destacó que las remesas son esenciales para ayudar a las familias receptoras en México a salir de la pobreza. Estas transferencias pueden mejorar significativamente los ingresos de las familias y elevarlas varios deciles en la escala de ingresos.
Sin embargo, también subrayó que la migración evidencia la desigualdad en el país de origen, ya que solo aquellos con recursos suficientes pueden costear el proceso migratorio.
Además de los ingresos en dólares, Ratha señaló que los migrantes también aportan habilidades y conocimientos adquiridos en el extranjero, lo que puede beneficiar a sus familias en México al promover la educación y el desarrollo de habilidades técnicas.
En 2023, las remesas enviadas a México alcanzaron poco más de 63,000 millones de dólares, un aumento del 7.6% respecto al año anterior, según datos del Banco Mundial. Este flujo de dinero es crucial para el bienestar económico de muchas familias mexicanas y refleja el impacto positivo de la migración en ambas economías.
Con información de El Economista | Nota original
