El mercado laboral alemán está experimentando una desaceleración notable, alcanzando en octubre su nivel de contratación más bajo desde la pandemia. El instituto de investigación económica Ifo reporta que su barómetro de empleo ha caído a 93,7 puntos, el menor registro desde julio de 2020. Esta situación refleja la prudencia de las empresas alemanas, en especial en sectores clave como la industria, la construcción y el comercio, que se ven limitados por una caída en la demanda y los pedidos, afectando así el crecimiento del empleo.
Klaus Wohlrabe, responsable de la encuesta laboral del Ifo, señaló que las empresas han reducido la contratación y se muestran reticentes a cubrir vacantes, prefiriendo mantener al personal existente. Sin embargo, sectores como el turismo y la tecnología informática continúan siendo una excepción, mostrando una relativa estabilidad en las contrataciones. Esta cautela se suma a la ausencia del tradicional impulso laboral de otoño, cuando las empresas suelen reforzar sus plantillas tras el verano.
En cifras de desempleo, el reporte de octubre muestra un incremento de 183,000 personas respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando un total de 2,791 millones de desempleados y una tasa del 6%. Los expertos prevén que esta tendencia continúe en 2025, con la posibilidad de superar los tres millones de desempleados para primavera, lo cual recuerda al escenario laboral de 2005, cuando el país tuvo que implementar la Agenda 2010 para revigorizar el mercado.
Clemens Fuest, presidente del Ifo, considera que Alemania necesita una nueva agenda de reformas estructurales que impulse la oferta de empleo, aumente la inversión y fomente la innovación. Según Fuest, aunque el país no enfrenta una recesión profunda, un estancamiento prolongado solo podrá evitarse con cambios significativos en el mercado laboral y fiscal que permitan recuperar el crecimiento.