La FAO ha informado que los precios mundiales de los alimentos han experimentado una disminución por séptimo mes consecutivo, registrando una caída del 0.7% en febrero y alcanzando su nivel más bajo desde febrero de 2021, situándose en 117.3 puntos. Este descenso en el índice global se debe principalmente a la significativa caída de los precios de los cereales, que se redujeron un 5% durante el mes y un 22.4% en comparación con febrero del año pasado, influenciados por las expectativas de grandes cosechas en Sudamérica y los precios competitivos ofrecidos por Ucrania.
A pesar de esta tendencia general a la baja, algunos productos vieron aumentos en sus precios. El azúcar, por ejemplo, registró un incremento del 3.2% durante el mes, debido al clima seco en Brasil, aunque este aumento se vio moderado hacia finales de febrero por la mejora de las precipitaciones en las zonas productoras brasileñas y la depreciación del real frente al dólar. Por su parte, el índice de precios de la carne subió un 1.8%, impulsado por las fuertes lluvias en Australia, que interrumpieron el transporte de ganado, y el aumento de la demanda de carne de cerdo en China, en medio de una escasez de suministros en Europa.
Los aceites vegetales también registraron una disminución, gracias a las abundantes cosechas en Sudamérica, contribuyendo a la tendencia general a la baja en el índice de precios de los alimentos de la FAO. Es importante destacar que estos cambios en los precios de los commodities a nivel internacional pueden tardar en reflejarse en los precios al consumidor en supermercados, ya que representan solo una fracción del costo final de los productos elaborados.
Con información de El Economista | Nota original