La contracción del 0.55% en el Producto Bruto Interno (PBI) de Perú en 2023 marca un año desafiante para la economía del país, reflejando la complejidad del entorno económico y las vulnerabilidades de ciertos sectores clave. La disminución en la producción en seis sectores principales – Agropecuario, Pesca, Manufactura, Construcción, Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información, y Financiero y Seguros – destaca las áreas que enfrentaron las dificultades más significativas durante el año.
En particular, el sector Pesquero experimentó la caída más pronunciada, con una disminución del 19.75%, lo que se atribuye en gran parte al impacto de fenómenos climáticos adversos como El Niño. Este fenómeno, caracterizado por el calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, puede tener efectos devastadores en la biodiversidad marina y en la capacidad de extracción de especies, especialmente aquellas destinadas al consumo humano indirecto, como es el caso de la industria de harina de pescado.
La contracción económica de Perú en 2023 resalta la importancia de la Minería e Hidrocarburos y del sector de Electricidad, Gas y Agua, que registraron crecimientos de 8.21% y 3.68% respectivamente, mitigando en cierta medida el impacto negativo sobre el PBI total. Estos sectores son cruciales para la economía peruana, no solo por su contribución directa al PBI, sino también por su efecto en la generación de divisas a través de las exportaciones.
El análisis de este escenario económico sugiere la necesidad de diversificar la economía peruana y aumentar su resiliencia frente a choques externos, como los fenómenos climáticos. La diversificación podría no solo reducir la dependencia de sectores volátiles como la Pesca y la Minería, sino también fomentar un crecimiento más sostenible e inclusivo a largo plazo.
Además, es fundamental que se implementen políticas orientadas a fortalecer los sectores afectados, como el Agropecuario y la Construcción, a través de la inversión en tecnología, la mejora de infraestructuras y el fomento de la innovación. La promoción de sectores con potencial de crecimiento, como el de Servicios Prestados a Empresas y Otros Servicios, también podría contribuir a la creación de empleo y al desarrollo económico del país.
Por último, la experiencia de Perú en 2023 subraya la importancia de contar con políticas económicas flexibles y proactivas que puedan adaptarse a las cambiantes condiciones globales y locales, para proteger a la economía de futuras adversidades y asegurar un camino hacia la recuperación y el crecimiento sostenido.
Con información de El Economista | Nota original