El Gobierno de Estados Unidos ha señalado que el refuerzo en la seguridad fronteriza con México ha contribuido significativamente a reducir la migración ilegal. De acuerdo con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el despliegue de 10,000 miembros de la Guardia Nacional ha sido clave para contener los flujos migratorios y garantizar un mayor control en la frontera sur.
Durante un encuentro diplomático, Rubio expresó su reconocimiento a Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores de México, por la cooperación en la recepción y repatriación de migrantes deportados. Ambas naciones han trabajado en conjunto para gestionar vuelos de retorno y mejorar los procesos de atención a personas en situación irregular.
Este esfuerzo conjunto podría ser determinante para evitar la aplicación de nuevas medidas arancelarias por parte de Estados Unidos. Actualmente, la administración estadounidense mantiene en suspenso posibles sanciones comerciales, lo que podría favorecer las relaciones bilaterales y el comercio entre ambos países.
En la reunión, los funcionarios también abordaron temas relacionados con la seguridad en la frontera, destacando la necesidad de fortalecer estrategias para combatir el tráfico de drogas, el contrabando de armas y la actividad de grupos criminales. Ambas partes coincidieron en que la cooperación debe mantenerse dentro del marco del respeto mutuo y la soberanía nacional.
La Cancillería mexicana subrayó que la colaboración entre ambos gobiernos es fundamental para enfrentar los desafíos comunes en materia migratoria y de seguridad. Además, reiteró su compromiso con la protección de los derechos humanos de los migrantes y el desarrollo de estrategias conjuntas que permitan atender las causas de la migración en la región.