Este lunes en Madrid, la asociación SpainNAB celebró su quinto aniversario presentando un código de buenas prácticas para la inversión de impacto. Este tipo de inversión no solo busca rendimientos financieros, sino también beneficios sociales y medioambientales. La acción forma parte de su estrategia para fortalecer la integridad del sector y evitar el ‘impact washing’, según la entidad, que se unió a la red GSG Impact en 2019.
Eugenio Solla, presidente de SpainNAB, destacó la importancia de establecer marcos claros y estables para impulsar la industria. Además, reiteró el compromiso de la entidad en el desarrollo de marcos regulatorios y fiscales que faciliten la inversión de capital público y privado hacia proyectos de impacto.
La asociación también se ha comprometido a seguir trabajando en productos financieros innovadores, como los fondos solidarios franceses ’90/10′ y los contratos de impacto social. Estos instrumentos buscan aumentar el alcance de la inversión de impacto, aunque su éxito dependerá del apoyo de entidades públicas como el ICO, FEI y Cofides.
En este contexto, la presidenta de Cofides, Ángela Pérez, anunció que el Fondo de Impacto Social, con 400 millones de euros, estará operativo pronto y comenzará a evaluar proyectos a finales de este año. Además, SpainNAB está negociando un acuerdo con la AECID para impulsar la inversión de impacto española en el Sur Global.