«La inflación aún no ha sido controlada y las tasas podrían mantenerse más altas de lo anticipado inicialmente para este año y el próximo», advirtió Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial.
El Banco Mundial (BM) alertó ayer que las tensiones actuales en Oriente Medio podrían obstaculizar, e incluso revertir, algunos de los avances recientes en la lucha contra la inflación a nivel mundial.
La campaña militar actual de Israel en Gaza ha generado un aumento de las tensiones en toda la región y ha impulsado al alza los precios del petróleo.
«El incremento de las tensiones en Oriente Medio ha ejercido presión al alza sobre los precios de los principales productos básicos, especialmente el petróleo y el oro», señaló el BM en sus perspectivas para los mercados mundiales de productos básicos. «Los factores desinflacionarios derivados de la moderación en los precios de las materias primas parecen haber llegado a su fin», agregó.
En el peor de los escenarios, un aumento en los precios del petróleo podría aumentar la inflación mundial.
Las tensiones regionales siguen siendo altas a más de 200 días después de la guerra devastadora de Israel en Gaza, desencadenada por el ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre, que resultó en la muerte de unas 1,170 personas, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
La ofensiva militar de Israel ha cobrado la vida de al menos 34,262 personas en Gaza, la mayoría de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio dirigido por Hamás.
Indermit Gill, economista jefe del BM, afirmó que «uno de los factores clave para la desinflación, la caída de los precios de las materias primas, ha encontrado resistencia». «Esto sugiere que las tasas de interés podrían permanecer más altas de lo previsto para este año y el próximo», agregó.
«El mundo se encuentra en un momento vulnerable: una gran crisis energética podría deshacer gran parte del progreso realizado en la reducción de la inflación durante los últimos dos años», continuó.
El BM estimó que una «interrupción moderada del suministro relacionada con un conflicto» podría elevar el precio medio del barril de crudo Brent a 92 dólares, mientras que una «interrupción grave» podría llevarlo por encima de los 100 dólares.
En el peor de los casos, la inflación mundial podría aumentar casi un punto porcentual este año, según el Banco Mundial. Esto no solo retrasaría los recortes de las tasas de interés, sino que también podría provocar un aumento en la inseguridad alimentaria, la cual ya «empeoró notablemente el año pasado debido a conflictos armados y precios elevados de los alimentos».
Con información de El Economista | Nota original