La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de México ha comunicado al Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) que las restricciones operativas impuestas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no contravienen el acuerdo aéreo entre ambos países. Esta declaración surge en el contexto de la discusión sobre la renovación de la inmunidad antimonopolio concedida a la alianza entre Aeroméxico y Delta Airlines, la cual, según la SICT, no afecta la competencia en el sector y su terminación podría significar una reducción de 1.5 millones de asientos al año.
La SICT ha argumentado que las medidas adoptadas, como la reubicación de operaciones de carga y la reducción de operaciones por hora debido a la saturación, están fundamentadas en análisis técnicos y cumplen con lo establecido en el acuerdo aéreo, específicamente en el artículo 11, que permite restricciones basadas en razones aduaneras, técnicas, operativas o ambientales bajo condiciones uniformes.
Además, se menciona que está en revisión una alianza similar entre Allegiant y VivaAerobus, lo cual evidencia un esfuerzo por integrar negocios y optimizar costos y rutas. La SICT también ha señalado que hay planes en revisión para renovar y expandir las capacidades del AICM, aunque la decisión final recaerá en la próxima administración federal.
En cuanto a la competencia, la SICT destacó que en el año anterior todas las aerolíneas mexicanas y estadounidenses operaron 197 rutas, transportando a 37 millones de pasajeros, de los cuales la alianza Delta-Aeroméxico gestionó 46 rutas y movilizó a siete millones de pasajeros. Este dato sugiere que existe un margen considerable para el crecimiento de competidores en el mercado.
Este intercambio subraya la complejidad de equilibrar las regulaciones y acuerdos bilaterales con las necesidades operativas y de crecimiento del sector aéreo, en un contexto de desafíos logísticos y demandas de expansión de servicios aéreos.
Con información de El Economista | Nota original