El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este jueves que sus estrictas políticas migratorias están generando efectos negativos en sectores clave de la economía, especialmente en la agricultura y el sector servicios, lo que ha motivado el anuncio de futuros ajustes a su estrategia migratoria.
A través de una publicación en Truth Social, Trump admitió que agricultores y empresarios del sector hotelero le han expresado su preocupación por la pérdida de trabajadores calificados y con experiencia. “Nuestra política migratoria tan agresiva les está quitando trabajadores muy buenos y con muchos años de experiencia, y esos empleos son casi imposibles de reemplazar”, señaló el mandatario. Añadió que “se avecinan cambios” para proteger a los empleadores legítimos, aunque reiteró su compromiso de expulsar a inmigrantes con antecedentes criminales.
Este inusual reconocimiento ocurre en medio de crecientes protestas en distintas ciudades de EE.UU., tras una serie de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), especialmente en zonas laborales de Los Ángeles, Omaha y el condado de Tulare en California. Las detenciones masivas han desatado disturbios y movilizaciones sociales, llevando a Trump a desplegar tropas de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina en algunas zonas afectadas.
Las medidas represivas también han provocado efectos económicos visibles. Según datos recientes, la fuerza laboral estadounidense se redujo en mayo, principalmente debido a la disminución de trabajadores nacidos en el extranjero, marcando la caída más pronunciada desde 2020. Esto ha intensificado la presión sobre el gobierno, incluso por parte del sector empresarial.
Empresarios como Aaron Jagdfeld, CEO de Generac Holdings, han señalado que las deportaciones están obligando a sus compañías a competir por trabajadores en un mercado ya escaso. Mientras tanto, sectores como el de las empacadoras de carne han iniciado campañas de cabildeo para impulsar reformas migratorias que garanticen visas renovables y permanencia legal para trabajadores esenciales.
La Casa Blanca confirmó que Trump está evaluando mejoras en los programas H-2A y H-2B para permitir la contratación legal temporal de trabajadores agrícolas y de sectores como el turismo, el entretenimiento y la hospitalidad. Además, se ha planteado la posibilidad de legalizar a trabajadores indocumentados con historial laboral sólido mediante cartas de recomendación de sus empleadores.
Actualmente, los inmigrantes —tanto legales como indocumentados— constituyen cerca del 20% de la fuerza laboral de EE.UU., con 32.7 millones de trabajadores. La tendencia que había impulsado la recuperación económica tras la pandemia se ha revertido desde que comenzaron las restricciones bajo la nueva administración, lo que pone en jaque a industrias que dependen profundamente de la mano de obra migrante.
Mientras las tensiones escalan, Trump se enfrenta al desafío de equilibrar su retórica de mano dura con las exigencias del mercado laboral, en un contexto electoral donde la migración se mantiene como uno de los temas más polarizantes.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en [El FINANCIERO]. Para leer la nota original, visita: Trump admite falta de trabajadores por redadas contra migrantes; Analiza cambios en su política – El Financiero