El panorama financiero del viernes 3 de mayo reflejó un optimismo generalizado en los mercados globales, impulsado principalmente por las expectativas de un posible recorte en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos más adelante en el año. Este sentimiento se vio reforzado por un informe de empleo en EE.UU. que, aunque sólido, mostró signos de enfriamiento al crear menos empleos de los esperados, lo que podría indicar que la economía no está sobrecalentándose.
En Wall Street, el Nasdaq lideró las ganancias con un avance del 1.99%, cerrando en 16,156.33 puntos. Le siguió el S&P 500, que aumentó un 1.26% hasta los 5,127.79 puntos, y el Dow Jones, que también experimentó un crecimiento significativo, sumando un 1.18% y cerrando en 38,675.68 enteros. Estas subidas reflejan la confianza de los inversores en que la Fed podría tener más margen para relajar su política monetaria si se mantiene la tendencia de enfriamiento en el mercado laboral.
A nivel internacional, los mercados también mostraron tendencias positivas. El Hang Seng de Hong Kong subió un 1.48%, mientras que el DAX alemán registró un incremento del 0.59%. Estas alzas sugieren un optimismo global en torno a la economía, aunque matizado por cautela debido a los continuos desafíos geopolíticos y económicos.
En México, el S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores y el FTSE-BIVA de la Bolsa Institucional de Valores también terminaron en alza, con incrementos de 0.81% y 0.82%, respectivamente, mostrando la resiliencia del mercado local en el contexto de una economía global fluctuante.
Sin embargo, no todos los sectores experimentaron ganancias. Los precios del crudo cayeron, con el West Texas Intermediate y el Brent disminuyendo un 1.06% y un 1.08%, respectivamente. Esta baja en los precios del petróleo se debe en parte a la anticipación de una menor demanda de crudo por parte de Estados Unidos y por el anuncio de un alto al fuego entre Israel y Hamás, lo que podría reducir las tensiones en la región y, por ende, la volatilidad en el mercado de energía.
En conjunto, estos movimientos de mercado reflejan un equilibrio entre la esperanza de una política monetaria más relajada y la preocupación por los indicadores económicos que sugieren una posible desaceleración. Estos factores continuarán influyendo en la dinámica del mercado en los próximos meses, mientras los inversores y analistas evalúan cuidadosamente las señales económicas y políticas globales.
Con información de El Economista | Nota original