Un estudio de la consultora Welligence Energy Analytics sugiere que Petróleos Mexicanos (Pemex) podría saldar toda su deuda, calculada en 106 mil millones de dólares para fines de 2023, mediante un plan de desinversión enfocado en 300 campos petroleros que producen menos de 17 mil barriles diarios cada uno. Según el estudio, Pemex podría mantener el 80% de su producción actual, mientras que los beneficios de desinvertir en estos campos marginales serían enormes tanto para la situación financiera de la empresa como para México en general.
La consultora propone que Pemex busque asociarse nuevamente con el sector privado, dado que sus desafíos financieros han obstaculizado su capacidad para cumplir con sus compromisos exploratorios en sus asignaciones. También sugiere que Pemex debería devolver al Estado bloques exploratorios donde su actividad sería limitada, lo que permitiría aprovechar los recursos prospectivos del país.
Según Welligence Energy, la implementación de este plan podría generar ingresos significativos, incluyendo 17 mil millones de dólares en pagos por participación en los campos desinvertidos y 147 mil millones en futuras regalías e impuestos adicionales. Esto equivaldría a saldar toda la deuda neta de Pemex y financiar su presupuesto actual por dos años.
La consultora señala que una de las principales ineficiencias de Pemex radica en la gestión de cientos de campos marginales dispersos, los cuales podrían representar una oportunidad significativa para atraer inversiones bajo la gestión de operadores más eficientes.
En cuanto al mercado petrolero en Latinoamérica, la consultora destaca que las empresas petroleras buscan activamente oportunidades de inversión en la región, pero se enfrentan a escasez de opciones debido a diversos desafíos en países como Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Argentina. En este contexto, México se presenta como una oportunidad única si decide desinvertir en estos campos.
La estrategia de desinversión propuesta por la consultora busca alianzas estratégicas que preserven la soberanía sobre las reservas, atraigan inversiones mediante garantías competitivas y mantengan un mercado abierto para los hidrocarburos, todo ello sin descuidar los intereses nacionales.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su compromiso de rescatar a Pemex a cualquier costo, resolver los problemas de liquidez de manera urgente es vital. La consultora recomienda que, independientemente del resultado electoral, la desinversión de activos marginales promete beneficios económicos significativos, fortaleciendo a Pemex y manteniendo el control estatal sobre las reservas.
Con información de El Financiero | Nota original
