El crédito automotriz y los créditos personales fueron los segmentos que más tardaron en recuperarse después de la contracción causada por la pandemia, según el informe de BBVA. Por lo tanto, el dinamismo observado al comienzo del año podría estar relacionado con este rezago en su recuperación.
Durante gran parte del 2023, el crédito de la banca comercial al sector privado experimentó un crecimiento notable, especialmente en la cartera de consumo. Sin embargo, al cierre del cuarto trimestre e inicios del 2024, este ritmo se ha desacelerado. Un análisis de BBVA Research explica que esto se debe a un menor dinamismo en la generación de empleo formal, la recuperación salarial y la actividad económica, así como a un entorno de altas tasas de interés.
El informe mensual de banca y sistema financiero de BBVA destaca que el crecimiento del saldo de la cartera de crédito vigente se redujo al 4.9% anual en enero, comparado con el 5.3% del mes anterior. Este patrón de desaceleración se ha mantenido durante tres meses consecutivos, después de alcanzar un pico del 5.9% en octubre de 2023, el más alto desde el inicio de la pandemia.
El crédito al consumo ha perdido impulso, con un crecimiento anual del 11.3% en enero, frente al 12.3% del mes anterior. Específicamente, los créditos de tarjetas y de nómina han experimentado una disminución en su tasa de crecimiento anual.
El informe también señala que el crédito destinado a la adquisición de bienes de consumo duradero, principalmente automóviles, ha mostrado una ligera reducción en su crecimiento, pasando del 15.0% en diciembre al 14.9% en enero.
Por otro lado, los créditos personales han mejorado su desempeño, con un crecimiento del 8.4% en enero, en comparación con el 7.7% de diciembre.
En cuanto al financiamiento empresarial, se incrementó un 2.7% en enero, menos dinámico que el aumento del 3.0% registrado en diciembre.
Se espera que esta desaceleración continúe en el futuro, debido a un menor dinamismo en la actividad económica y la inversión privada, así como a las tasas de interés elevadas, lo que podría limitar el crecimiento de la demanda.
Con información de El Economista | Nota original