AT&T ha anunciado la venta de su participación mayoritaria en DirecTV a la firma de inversiones TPG por un monto de 7,600 millones de dólares. Esta transacción representa un hito importante en la estrategia de la compañía, que en los últimos años había realizado grandes apuestas en el sector del entretenimiento.
La adquisición de DirecTV por parte de AT&T en 2015, por un valor de 48,500 millones de dólares, tenía como objetivo crear un gigante del entretenimiento que combinara la producción de contenidos con la distribución. Sin embargo, esta estrategia no resultó como se esperaba, y AT&T ha decidido desinvertir en este segmento.
Con esta venta, AT&T se desvincula de un negocio que ha presentado desafíos en los últimos años, debido en parte a la creciente competencia de las plataformas de streaming. La compañía se centrará ahora en fortalecer su negocio principal de telecomunicaciones.
Por su parte, DirecTV, bajo el control de TPG, continuará operando y se ha embarcado en una nueva adquisición. La empresa ha anunciado la compra de las actividades de distribución de video de EchoStar, incluyendo Dish TV y Sling TV, por un valor total de 9,750 millones de dólares. Esta adquisición posiciona a DirecTV como uno de los principales proveedores de televisión por suscripción en Estados Unidos.
En resumen, la venta de DirecTV por parte de AT&T marca el fin de una era para ambas compañías. Mientras AT&T se concentra en su negocio principal, DirecTV, bajo nueva propiedad, busca consolidar su posición en el mercado de la televisión por suscripción y adaptarse a los cambios en el consumo de contenidos audiovisuales.