Las recientes lluvias y huracanes han dejado una fuerte huella en México, no solo en términos de daños materiales sino también en las finanzas de las aseguradoras. Según datos de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), las compañías de seguros han pagado más de 1,169 millones de pesos en el primer semestre del año para cubrir los daños causados por estos eventos naturales, una cifra sin precedentes desde 2017.
Los seguros de hogar, negocios y otros bienes suelen incluir cobertura contra huracanes, inundaciones y otros riesgos hidrometeorológicos. Sin embargo, es fundamental que los asegurados revisen detalladamente las condiciones de sus pólizas para conocer exactamente qué tipo de daños están cubiertos. A pesar de la importancia de contar con un seguro adecuado, el número de unidades aseguradas contra estos riesgos ha disminuido en comparación con el año anterior.
Según la CNSF, hasta junio pasado se registraron 1 millón 313,473 unidades aseguradas contra huracanes y riesgos hidrometeorológicos, lo que representa una disminución del 7.27% respecto al mismo periodo de 2023. Esta situación resulta preocupante, considerando la alta vulnerabilidad de México a fenómenos naturales y el creciente impacto económico que estos pueden generar.
Nuevo León encabeza la lista de entidades con mayor número de unidades aseguradas, seguido por la Ciudad de México y el Estado de México. Por otro lado, Tlaxcala, Campeche y Colima son los estados con menor protección. Es importante destacar que 17 entidades costeras de México están expuestas a un mayor riesgo de sufrir eventos hidrometeorológicos debido a su ubicación geográfica.
Ante este panorama, es fundamental que la población se informe sobre la importancia de contar con un seguro adecuado y que las aseguradoras ofrezcan productos más accesibles y completos para proteger a los mexicanos de los efectos de los fenómenos naturales.