Boeing atraviesa una profunda crisis que la ha obligado a tomar medidas drásticas para garantizar su sostenibilidad. La compañía anunció el despido de aproximadamente 17,000 empleados, lo que representa una reducción del 10% de su fuerza laboral a nivel mundial.
Esta decisión se suma a una serie de ajustes en sus operaciones, como el retraso en la entrega de su modelo 777X y la suspensión de la producción del 767 cargo en 2027. Estos cambios se han visto impulsados por una combinación de factores, incluyendo la reciente huelga de trabajadores, que ha generado pérdidas millonarias a la empresa.
La huelga, que duró varias semanas, interrumpió las operaciones de Boeing y generó tensiones con los sindicatos. La empresa ha señalado que este conflicto laboral ha tenido un impacto significativo en sus resultados financieros, especialmente en el tercer trimestre del año.
Además de los recortes de personal y los ajustes en la producción, Boeing también está implementando una serie de medidas para reducir costos y mejorar su eficiencia operativa. El objetivo de la compañía es fortalecer su posición financiera a largo plazo y hacer frente a un entorno económico cada vez más desafiante.
Los analistas advierten que los desafíos que enfrenta Boeing podrían tener un impacto negativo en toda la industria aeronáutica. Sin embargo, la empresa ha señalado que confía en que las medidas que ha tomado le permitirán superar esta crisis y salir fortalecida.