La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha revisado a la baja sus expectativas de crecimiento económico para la región en 2024, situándolo en un 1.8%, por debajo del 2.1% previsto en mayo. Esta corrección responde a un contexto global de incertidumbre geopolítica y condiciones financieras restrictivas, que continúan afectando la dinámica económica de los países latinoamericanos.
Según el informe reciente del organismo, el escenario internacional, caracterizado por una inflación elevada y altas tasas de interés, ha impactado negativamente en la demanda externa, mientras que las condiciones financieras restrictivas persisten. En consecuencia, la CEPAL advierte que las economías de la región enfrentan una «trampa de bajo crecimiento», agravada por una política monetaria restrictiva que debilita la demanda interna y limita la inversión, en un contexto donde la política fiscal también se ve presionada por el aumento de la deuda pública.
En cuanto a las proyecciones específicas por país, se espera que Brasil crezca un 2.3% este año, manteniendo el mismo pronóstico de mayo, mientras que México verá un crecimiento del 1.9%, por debajo del 2.5% estimado previamente. Por otro lado, Argentina enfrentará una contracción del 3.6%, y países como Colombia, Chile y Perú tendrán un crecimiento del 1.3% y 2.6% respectivamente.
A pesar de que la inflación ha mostrado una tendencia a la baja desde su pico en 2022, la CEPAL advierte que los niveles globales de inflación seguirán siendo altos en los próximos años. La organización subraya la importancia de implementar políticas macroeconómicas y de desarrollo productivo que impulsen la inversión y la productividad para superar la actual trampa de bajo crecimiento y lograr un desarrollo económico más inclusivo y sostenible en la región.