El gobierno cubano admitió que su plan para reactivar la economía, severamente afectada, está avanzando de manera demasiado lenta. Joaquín Alonso, ministro de Economía, declaró que aunque el gobierno ha aplicado varias medidas para corregir distorsiones económicas, los resultados no se están viendo con la rapidez deseada, según el diario oficial Granma.
Desde julio, Cuba ha implementado medidas como la limitación de precios de productos populares y la reforma de las normas empresariales para aumentar la recaudación fiscal. Sin embargo, el primer ministro Manuel Marrero señaló que los efectos de estas políticas aún no se sienten en los hogares, aunque algunos avances discretos están comenzando a surgir.
Cuba enfrenta una crisis económica sin precedentes, con apagones diarios y más de un millón de personas sin acceso a agua corriente. El gobierno culpa al embargo estadounidense y a la pandemia de haber agravado la situación, aunque también reconoce problemas internos de burocracia y gestión.