Tras las controvertidas elecciones del 28 de julio de 2024, Venezuela ha reanudado su actividad económica sin grandes alteraciones, a pesar de la incertidumbre política y las protestas que han seguido al anunciado triunfo de Nicolás Maduro. Según expertos, aunque el país ha logrado mantener cierta estabilidad económica en las primeras semanas posteriores a los comicios, el riesgo de un mayor aislamiento internacional podría afectar su recuperación a largo plazo.
En las dos primeras semanas tras las elecciones, el bolívar, la moneda local, mostró una mínima devaluación del 0,06% frente al dólar, según datos del Banco Central de Venezuela (BCV). Este resultado contrasta con la fuerte devaluación experimentada en las elecciones de 2018, lo que indica una cierta resiliencia de la economía venezolana en el actual contexto. Sin embargo, la firma Ecoanalítica señaló que esta estabilidad en los precios podría deberse a una ralentización del consumo tras los comicios, lo que sugiere una recuperación económica gradual y no exenta de desafíos.
El exministro de Economía y actual diputado oficialista, Ramón Lobo, destacó que Venezuela ha aprendido a manejar situaciones de incertidumbre y aislamiento internacional, lo que ha permitido mantener la estabilidad de la tasa de cambio. A pesar del «esquema de sanciones» impuesto por Estados Unidos, Lobo confía en que el país continuará en la senda de recuperación que ha experimentado desde el tercer trimestre de 2021. Sin embargo, Ecoanalítica advirtió que la intervención del BCV en el mercado cambiario con 75 millones de dólares el día posterior a las elecciones, y un total de 885 millones de dólares en julio, refleja la magnitud de los esfuerzos necesarios para mantener esta estabilidad.
A pesar de estos esfuerzos, el riesgo de un mayor aislamiento internacional sigue latente. Varios gobiernos extranjeros han cuestionado el proceso electoral y denunciado la represión contra la oposición, lo que ha llevado al Gobierno venezolano a exigir el retiro de diplomáticos de países como Argentina, Chile y Costa Rica. La firma Ecoanalítica advierte que, de mantenerse la dinámica política actual, Venezuela podría enfrentarse a nuevas sanciones y a una disminución de la inversión extranjera, lo que complicaría la recuperación de sus principales industrias y afectaría el crecimiento económico sostenido.
Por otro lado, Lobo sostuvo que Venezuela cuenta con el apoyo de aliados internacionales clave, como Rusia y China, ambos miembros del grupo BRICS, lo que podría mitigar los efectos del aislamiento. Según el diputado, la invitación del Gobierno venezolano a la cumbre de los BRICS en octubre es un indicio de que el país tiene perspectivas positivas para su economía. No obstante, la posibilidad de nuevas sanciones y la incertidumbre política interna siguen siendo factores que podrían limitar el potencial de recuperación de Venezuela en los próximos años.
