Estados Unidos ha iniciado consultas formales con Canadá bajo el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) debido a la propuesta canadiense de imponer un impuesto a los servicios digitales. Este impuesto, dirigido principalmente a gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Meta, es visto por Washington como discriminatorio hacia las empresas estadounidenses.
El gobierno de EE. UU. argumenta que la medida podría violar los términos del T-MEC, que busca evitar barreras comerciales injustas entre los países miembros. Esta acción refleja las tensiones crecientes sobre cómo gravar a las grandes tecnológicas en la era digital, un tema que ha generado debate en varios países.
Por su parte, Canadá defiende su derecho a implementar políticas fiscales que aseguren que las empresas digitales paguen una parte justa de impuestos por los ingresos generados en su territorio. Sin embargo, la situación podría escalar si las consultas no resultan en una resolución amistosa, abriendo la puerta a posibles represalias comerciales.