En marzo de 2024, el empleo formal en México, medido a través de las cifras de afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), experimentó una leve contracción de 465 plazas. Este cambio representa una disminución notable en comparación con el crecimiento observado en meses anteriores y refleja los efectos estacionales, como la Semana Santa, que este año cayó en marzo, reduciendo así los días laborables y afectando el comparativo anual.
A pesar de esta contracción puntual, el total de trabajadores formales registrados ante el IMSS al cierre de marzo fue de 22 millones 289,345 personas, manteniendo una composición saludable con una gran mayoría (86.1%) en contratos permanentes. Este escenario contrasta con el dinamismo laboral previo, especialmente al mirar el crecimiento del empleo formal de 4.2% en mayo de 2023, lo que marca una desaceleración en la creación de empleos.
La caída de marzo de 2024 es particularmente significativa al ser la primera variación mensual negativa desde julio de 2023, excluyendo el comportamiento estacional de diciembre, lo cual suele influir negativamente en el empleo. En términos anuales, el empleo formal creció en 493,065 puestos en los últimos 12 meses, señalando el ritmo más lento desde abril de 2021.
Pese a la caída observada en marzo, la creación de empleo en lo que va del año asciende a 264,959 puestos, destacándose que una mayoría significativa corresponde a empleos permanentes. El IMSS recalca que, incluso con la disminución reciente, la creación de empleo hasta marzo representa uno de los mejores resultados para un periodo afectado por la Semana Santa desde que se tiene registro.
El informe también señala un aumento en el salario base de cotización, que al cierre de marzo de 2024 alcanzó los 577 pesos diarios. Este incremento del 9.9% anual es uno de los más altos registrados en los últimos veintidós años para marzo, subrayando una tendencia de crecimiento sostenido en los salarios desde enero de 2019.
Estos datos ilustran la complejidad del mercado laboral mexicano, afectado por factores estacionales y tendencias de largo plazo en la creación de empleo y los salarios.
Con información de El Economista | Nota original