La reducción de la población activa en Rusia está provocando una grave escasez de mano de obra y amenaza el crecimiento económico, advirtió la gobernadora del banco central ruso, Elvira Nabiullina, mientras Moscú inyecta recursos fiscales y físicos en el ejército.
La producción militar rusa, centrada en lo que denomina una “operación militar especial” en Ucrania, está restando fondos a otros sectores de la economía, mientras que la escasez de mano de obra y el bajo nivel récord de desempleo se suman a la presión inflacionaria a través del aumento de los salarios, que ha disparado las tasas de interés hasta 15 por ciento.
“Ahora nos encontramos en una situación en la que la economía ha utilizado en su totalidad los recursos disponibles, esto se aplica tanto a los trabajadores como a las capacidades de producción”, dijo Nabiullina a los legisladores de la Duma Estatal.
“El desempleo es de 3% y en algunas regiones es incluso inferior. Esto significa que prácticamente no quedan trabajadores en la economía, la situación con el personal es realmente muy aguda”, mencionó Nabiullina. “Para que la economía crezca, es necesario aumentar la productividad laboral”.
Nabiullina se opuso a las peticiones de los legisladores de préstamos preferenciales para algunas industrias, ya que las grandes empresas estatales luchan bajo la carga de las tasas al alza.
“Si aflojamos, no conseguiremos nada. Habrá que seguir reduciendo la inflación pero desde un nivel más alto”.
La presión inflacionaria alcanzó su punto álgido en el tercer trimestre de este año, expresó Nabiullina, pero la inflación anual no empezará a disminuir hasta la próxima primavera. Las previsiones del banco central sugieren que alcanzar el objetivo de 4% a finales del 2024 será una tarea difícil.
Nabiullina dijo que podría ser necesario otro incremento de réditos antes de que el banco pueda empezar a reducir de nuevo los costos de endeudamiento.
Con información de: El Economista. || Nota original aquí.