El comercio electrónico en México experimentó una leve disminución en su participación dentro del Producto Interno Bruto (PIB), al pasar de 6.5% en 2022 a 6.4% en 2023, según un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). A pesar de este descenso, la cifra sigue siendo superior al 5.1% registrado en 2021, lo que refleja un crecimiento sostenido en el sector.
Aunque la proporción del comercio electrónico en el PIB disminuyó, su valor agregado bruto registró un aumento significativo del 8.5% en términos reales durante 2023, alcanzando los 1.67 billones de pesos. Este crecimiento se debió, en gran parte, al incremento en el uso de plataformas digitales y redes sociales para la compra y venta de bienes y servicios.
Según el Inegi, el 23.2% del valor generado por el comercio electrónico provino de ventas minoristas, mientras que el 25.7% correspondió a transacciones mayoristas. El restante 51.1% estuvo relacionado con servicios diversos, como los educativos, de transporte, profesionales y de alquiler de bienes, sectores que en 2020 sufrieron una caída debido a la pandemia, pero que en 2023 mostraron una fuerte recuperación.
El informe también señala que la participación del comercio minorista en línea disminuyó debido a que los consumidores han retomado hábitos de compra presenciales. Esta tendencia se ha visto influenciada por la reactivación económica y la normalización de servicios que durante la pandemia vieron reducida su actividad.
A nivel macroeconómico, el PIB de México mostró una desaceleración en su crecimiento, pasando del 3.3% en 2023 al 1.5% en 2024. Esta moderación en el crecimiento económico podría impactar en la evolución del comercio digital en el futuro cercano.
Por otro lado, las ventas minoristas en el país registraron un incremento del 7.1% en 2024, según datos recientes de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). Este repunte sugiere que, aunque el comercio electrónico sigue siendo relevante, las compras presenciales continúan siendo una opción fuerte para los consumidores.
El panorama del comercio electrónico en México refleja una evolución constante, con desafíos como la adaptación a nuevos hábitos de consumo y la competencia con el comercio tradicional, factores que determinarán su desempeño en los próximos años.