La reciente victoria de Donald Trump representa, según el analista León Krauze, una contundente derrota para el Partido Demócrata, impulsada principalmente por las preocupaciones económicas de la clase trabajadora en Estados Unidos. Krauze señala que la inflación y el descontento con la economía fueron determinantes en estos comicios, resaltando que Trump ha funcionado como un “presidente en las sombras”, manteniendo su influencia en la política estadounidense incluso fuera del cargo.
Trump llega nuevamente al poder con una agenda proteccionista que podría afectar la relación comercial con México. Según Krauze, es probable que el nuevo presidente busque replantear los subsidios y las políticas verdes promovidas por la administración Biden, especialmente en áreas como la electromovilidad y la sostenibilidad. Esto podría suponer un retroceso en iniciativas ambientales, dado que Trump ha mostrado una postura escéptica hacia el cambio climático.
En cuanto a política exterior, Krauze anticipa que Trump mantendrá su enfoque transaccional, caracterizado por priorizar los intereses de Estados Unidos. Esto podría limitar la cooperación internacional y fomentar un nacionalismo económico, generando un distanciamiento en las alianzas estratégicas.
Para México, el impacto de la victoria de Trump podría traducirse en un clima empresarial menos favorable, especialmente para pequeñas y medianas empresas que dependen de la estabilidad en la relación comercial entre ambos países. Con la implementación de políticas proteccionistas y una postura más rígida hacia el comercio, el desafío para México será adaptarse a un contexto en el que Estados Unidos refuerza su mercado interno y prioriza sus propios intereses económicos.