La utilización de datos alternativos para evaluar la solvencia crediticia de una persona es una práctica que está ganando terreno en la industria financiera. Además del tradicional score crediticio, que se calcula a partir de la información de las instituciones bancarias y crediticias tradicionales, las empresas ahora consideran datos provenientes de fuentes menos convencionales, como las telecomunicaciones y las ventas al por menor.
Por ejemplo, los pagos regulares a empresas de telecomunicaciones, como los de teléfonos móviles o servicios de internet, pueden indicar una buena gestión financiera y responsabilidad en el cumplimiento de pagos periódicos. Igualmente, las empresas de retail que ofrecen tarjetas de crédito para compras en sus establecimientos pueden aportar datos sobre la frecuencia de compras y el comportamiento de pago del cliente.
Esta información adicional puede ser particularmente útil para evaluar a individuos que no tienen un historial crediticio extenso o que están comenzando a construir su crédito. La inclusión de estos datos alternativos no solo ayuda a las instituciones financieras a tomar decisiones más informadas, sino que también puede permitir el acceso al crédito a más personas, promoviendo así una inclusión financiera más amplia.
Con información de El Economista I Nota original